Dentro de cuatro milenios




–¿Sabéis algo de los pueblos que habitaban el mundo hace cuatro milenios? –me atreví a preguntar a una veintena de alumnos en una de las charlas que doy por los institutos de Tenerife.

Algunos bromean entre dientes, la mayoría callan, pero uno, más bravucón que sus compañeros, barboteó:

–Esos eran idiotas que no sabían nada.

–Exacto –le respondo–. Ellos eran iguales que nosotros.

Da igual la edad que tengas, seas un adolescente o un honesto y maduro padre de familia, a muchas personas les encanta despreciar el pasado, primero porque no lo conocen y luego porque se creen mejores, porque están convencidos de que su generación es la más lúcida e inteligente, que ellos, al fin, han alcanzado el sistema perfecto, la alquimia que convierte el barro en una tarjeta de crédito dorada, el dominio de una tecnología insólita, creen que lo tienen todo, la verdad y la salud, que el mundo estaba esperándoles y que ellos sí merecen ser recordados.

Ignoran que despreciar el pasado es despreciarse a uno mismo.

Dentro de cuatro milenios alguien le preguntará a un joven si sabe algo de los pueblos que habitaban en el siglo XXI.

–Idiotas que no sabían nada –le responderá. Y lo más amargo: dentro de su ignorancia ese joven tendrá razón.

La historia es el libro que casi nadie quiere leer, quizá porque en ese libro está el retrato más exacto del ser humano, lo que hemos sido, lo que somos y lo que es muy probable que seamos en el futuro, y en ese retrato no salimos nada favorecidos.


7 comentarios:

  1. Por eso creo que la historia es algo que a los adolescentes no hay que enseñar como un tostón. Para mí en aquella época lo era. Cómo cambian los cuerpos.
    Me gustan un montón tus reflexiones
    Un saludo

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  2. Claro. Ceniza seremos, o chatarra cósmica, igual ni existirá la historia. ¿Qué hacemos aquí, Bruno? Esperar a que otros se rían de nosotros.

    Un abrazo seas del bando que seas, apolítica woman!

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  3. Me gustan estas páginas de Diario, por su contenido por supuesto, pero también por el registro: me parece que sabes llegar a lo bello sin perder de vista que estás escribiendo eso, un Diario. Reflexión sencilla y brillante.

    Abrazo.

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  4. Otro abrazo para ti, Sergio. Y lo mismo para AniZ y RW.

    También para los que pasáis por esta página en silencio.

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  5. Los adolescentes quizás tienen una visión de la historia basada en lo que reflejan los adultos a los que consideran historia reciente.
    Leer historia es un buen ejercicio, pero en mi opinión habría que hacerlo con el cariño con que se trata un familiar incómodo y la distancia con que se trata a un familiar querido.
    Salut

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  6. Exacto y rotundo, totalmente deacuerdo contigo. Estudiar el pasado es un continuo regreso al futuro, que deberíamos practicar más amenudo a ver si logramos avanzar dos pasos en el sentido correcto.

    Besos.Lisi.

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  7. Me pregunto: ¿qué es "avanzar en el sentido correcto"? No hay caminos correctos, y menos en la literatura. Me resulta una idea excesivamente mística.
    AJ

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