Tres en penumbra



Alex.–No sirvo ya. Es mejor detenerse y hacer como las piedras. 

Ina.–Mucho te queda para ser piedra. No hagas cuenta. Ahora vendrá mejor la historia. Es cuestión solo de tener fe. 

Rubén.–A mí fe no me falta, solo cordura. Alex sabrá ser piedra. Tú déjalo quieto. 

Ina.–Siempre seréis el mismo pan seco. Es cosa de verse. No hay agua que ablande lo vuestro. 

Rubén.– Nada de agua, solo alcohol. Con eso nos basta. Entonces nos sale la feria de la cabeza y podemos lucir página. 

Alex.-Ablanda y alumbra una copita. Por cuatro euros tienes ahí tu paraíso, tu media hora de alivio. Pero a mí la página me sobra en ese viaje. Estoy por ahorrarla. 

Ina.-Ya se ve, no lo jures. No quieres gastar nada, tampoco palabras. 

Alex.-Derrochándolas estoy, pero escritas cuestan más: en una página las palabras se vuelven contra uno, cavan su zanja y te piden un muerto. No hay palabras sin muerto. 

Rubén.-Y tuvimos nuestra hora, quién lo diría. Aquí aflojaditos los dos nos hundimos, pero tuvimos nuestra hora. 

Alex.- Calderilla tuvimos, y nos sobró. 

Ina.-Lo tenéis todo, pero más ganas tenéis de quejaros. 

Rubén.- De acuerdo. En eso te doy la razón. Quejarse sobra. Hay que apagarse en silencio. Hay que saber caer. 

Ina.-Yo no pido tanto como vosotros, no necesito aprender a caer, porque en cada esquina encuentro un motivo para seguir. Solo con veros a vosotros bailar ese pesimismo, arrastrar abandonos y amenazar ideas, me voy sonriente para casa. Me río de vuestros demonios y de los míos, y así me voy alegrando el paso. 

2 comentarios:

  1. es verdad asi vamos alegrando el paso , Re interesante.

    ResponderEliminar
  2. En la vida tenemos que seguir , lo más lindo es equivocarnos por que de ello aprendemos , como dice tu post "Es cuestión solo de tener fe. " , Me encanto

    ResponderEliminar